La UJCE condena el desalojo de Can Vies

. viernes, 30 de mayo de 2014
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Tras más de 17 años de antigüedad, el centro social Can Vies, situado en el barrio barcelonés de Sants, fue demolido el pasado lunes 26 de mayo por parte del Ayuntamiento de Barcelona.
Can Vies llevaba desde abril amenazado con el desalojo por orden judicial, haciendo peligrar así la continuidad de un centro autogestionado que hasta su demolición había sido el espacio de encuentro de diversas iniciativas sociales y culturales del barrio de Sants.
Este proyecto ha sido defendido por activistas, vecinos y vecinas, que desde el principio se han organizado entorno a la lucha por la defensa de Can Vies, haciendo un llamamiento a la resistencia para intentar frenar la demolición de un centro social que el barrio sentía como suyo y que daba lugar al debate, la reflexión y la lucha.
Frente a esta muestra de dignidad que ha mostrado Sants, la maquinaria represiva no ha tardado en ponerse en marcha, respondiendo con brutales cargas policiales a las protestas que se han ido convocando durante toda la semana y que se han saldado con numerosos heridos y más de 30 personas detenidas, entre las cuales se encuentra un camarada de Espurna, militante del movimiento estudiantil.
Pero Can Vies no es el único. Recordamos que espacios sociales como La Madrera (Oviedo) o La Casika (Móstoles), están siendo en la actualidad igualmente amenazados con órdenes de desalojo, tras las cuales no se esconde otra cosa que el intento de acabar con el tejido social que en ellos se reúne, tratando de poner fin a lo que siempre ha dado miedo al régimen: la iniciativa social.
Ante eso, la Juventud Comunista denuncia la violencia ejercida por parte del Ayuntamiento de Barcelona así como exige la inmediata puesta en libertad de las y los detenidos.
Denunciamos que este abuso lo inició la propia institución catalana desde el mismo momento en que comenzaron las amenazadas de desalojo de Can Vies, y que ha ido aumentando durante toda la semana para frenar la respuesta social, llevando a cabo una violencia indiscriminada contra todas aquellas personas que han estado y continúan defendiendo proyectos de dignidad y desobediencia como este.
Hacemos un llamamiento a la solidaridad activa como mejor arma y a la difusión de lo ocurrido en Sants, ayudando a romper con la manipulación mediática y bloqueo informativo que se provoca desde los medios de comunicación tradicionales, que actúan como verdaderos aliados del régimen al criminalizar la protesta social que se lleva a cabo estos días para defender Can Vies.


Entrevista publicada en mundoobrero.es a Lara Hernández, número 10 a las Eleciones Europeas por IU

. martes, 20 de mayo de 2014
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Lara Hernández vive en Berlín desde 2012. Es una joven de las cientos de miles que han salido del país por no encontrar alternativas dignas al paro y la precariedad. Ha participado activamente en las luchas contra el Proceso de Bolonia y ha ocupado las plazas con el movimiento 15M en Madrid. Su trabajo en este ámbito le ha llevado a colaborar con la Fundación Rosa Luxemburgo investigando sobre movimientos sociales. En Berlín participa junto a otros compañeros y compañeras en el movimiento juvenil Marea Granate, que denuncia el exilio laboral y reclama su derecho a volver. Es el número 10 de la candidatura de IU a las elecciones europeas.


Mundo Obrero: Lara, ¿en qué contexto se producen estas elecciones?
Lara Hernández:
 Para comprender el contexto en el que van a tener lugar estas elecciones es necesario referirse primero a la ofensiva desatada por la Troika y a la salvaje implantación del capitalismo que la Unión Europea y el gobierno del Partido Popular están llevando a cabo. Nos han vendido que esta crisis es una crisis por causas técnicas, que aquí no hay ni buenos ni malos sino que se trata de un desajuste económico, financiero. Esto es falso. Nos enfrentamos a una crisis orgánica del capitalismo. Y para entenderla, necesitamos comprender también en qué modo se permite entrar a España en la Unión Europea. En la división internacional del trabajo, se nos ha impuesto un papel determinado: el desmantelar nuestra industria para no competir con otros países y limitarnos a sectores económicos poco relevantes. En esta medida, se nos impone convertirnos en un país periférico y dependiente de los países del centro y norte europeo, un país en el que nuestro sistema productivo ha sido desmantelado a costa de convertirnos en una de las playas de Europa.
M.O.: ¿Cuál es el problema con la Unión Europea?
L.H.:
 Esta crisis es el resultado de un proyecto de integración regional en la Unión Europea defendido por los partidos mayoritarios, y que desde Maastricht hasta el Tratado de estabilidad presupuestaria, concretó un golpe de Estado. La soberanía nacional se ha desplazado hacia la Troika, de tal modo que el nuevo escenario que se abre facilita la aprobación de reformas estructurales en dos ámbitos: en el espacio económico y en el espacio político.
Este proceso hunde sus raíces en el mismo proceso de construcción de la UE. En este mapa, ¿qué papel le corresponde al Parlamento Europeo hasta ahora? El actual no es un verdadero espacio de toma de decisiones en la UE. Es la Comisión Europea la que de verdad decide. Por ello, esta situación es difícilmente reversible desde el Parlamento europeo, lo que no significa que no deba ser usado como altavoz y desde él visualizar los conflictos para denunciar qué es la UE.
Todo lo anterior deja claro que la UE y el euro han sido diseñados para potenciar la hegemonía de la banca, el capital transnacional y los grupos económicos dominantes. Es por eso que la Unión Europea es irreformable en sus instituciones e inservible para un proyecto realmente democrático y socialmente avanzado. Por lo que es necesario iniciar un proceso constituyente como medio para superar este modelo y fundar un nuevo proyecto de integración europea sobre otras bases.
M.O.: ¿Por qué son tan importantes estas elecciones?
L.H.:
 El ciclo electoral que se abre el 25 de mayo es la penúltima batalla del ciclo de movilización social, sindical y política en que nos encontramos. Estamos en un momento de excepcionalidad histórica que no va a durar para siempre. La ventana de oportunidades se puede cerrar y quizás tardemos décadas en vivir una oportunidad de transformación social como ésta. Porque por supuesto que saldremos de la crisis tarde o temprano. El debate no está ahí. La cuestión reside en a qué llamamos salir de la crisis. Si a que la banca recupere el negocio a cambio de que las condiciones de vida de la clase trabajadora se destruyan por completo. O si vamos a llamar salir de la crisis a ganar la batalla de liberación popular contra la Unión Europea alemana. Por ello, el próximo 25M es imprescindible reforzar la presencia de la izquierda transformadora en la Unión Europea como vía para derrotar al bipartidismo imperante en el Parlamento europeo también y enfrentarnos a la Troika en su terreno.
M.O.: ¿Cuál es el papel del PPSOE en todo esto?
L.H.:
Todas las políticas del PPSOE van destinadas a garantizar el pago de la deuda. El ejemplo más claro de esto es la reforma del artículo 135 de la Constitución por el cual se prioriza el pago de la deuda por encima de las necesidades de la mayoría social. Por otro lado, ¿qué creemos que van a hacer el PP y el PSOE durante la campaña? Van a hacer lo único que saben y vienen haciendo, criticarse el uno al otro. Pero en verdad, a través de ese juego de autorreferenciarse que escenifican, solo buscan reforzarse el uno al otro. Este juego de crítica hace que parezca que no hay mayor alternativa al PSOE que el PP y viceversa. Nuestra salida de esta farsa debe pasar por señalar al verdadero culpable: la Europa de los mercaderes y el capital, al servicio del cual trabajan estos dos partidos.
M.O.: Lara, desde el principio has venido participando de la Marea Granate, coméntanos sobre sus orígenes y la lucha de este movimiento social.
L.H.:
 La Marea Granate surge al calor de las luchas sociales que se producen en el contexto del Estado español tras el 15M. Surge en el exterior y con el objetivo estratégico de agrupar bajo un único paraguas las reivindicaciones y convocatorias de las miles de personas jóvenes que residen actualmente fuera y que ante la dispersión geográfica que caracteriza a la migración decidimos situar nuestras luchas bajo un rótulo común.
La Marea Granate coge este color por el granate de nuestros pasaportes y nace y crece con tres objetivos fundamentalmente: en primer lugar, visibilizar el fenómeno del exilio económico juvenil. En esa visibilización del fenómeno hay que sacar a la luz cifras, estadísticas, que rompan con el discurso oficial. En segundo lugar, denunciar la retórica oficial que se viene manejando desde el gobierno central que intenta trasmitir una visión positiva de la emigración con el fin de manipular las tasas de desempleo general. Y en último lugar, organizar y movilizar. La Marea Granate es un movimiento social que busca acoger a las personas migrantes en los distintos países de destino mediante redes de apoyo, constitución de asociaciones, denuncia del papel fantoche que cumplen las instituciones españolas en el exterior, y busca también tender puentes con los movimientos y organizaciones políticas allí presentes.

Ucrania: ¡Hoy como ayer, el fascismo no pasará!

. sábado, 10 de mayo de 2014
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Desde que el pasado febrero, el sector pro-europeo de la burguesía ucraniana, apoyado por EEUU y la UE, en alianza con organizaciones fascistas, se hiciera con el poder en Ucrania, no han dejado de sucederse hechos de alta relevancia política, cuya lectura debe hacerse en el marco de la crisis sistémica del capitalismo que esta incrementando la rivalidad y los antagonismos inter-imperialistas.
Tras la instauración de la junta golpista y la convocatoria de elecciones anticipadas para el 25 de mayo destinada a legitimar internacionalmente la maniobra de la junta, en un escenario de arrinconamiento y persecución de cualquier opción política contraria a los intereses de la burguesía pro-europea, sumada ademas de un incremento de los ataques a los intereses y ciudadanos rusos han desatado una respuesta obvia.
En rechazo a la junta de gobierno instalada en Kiev, con numerosos ministros pertenecientes a organizaciones fascistas, y que también ocupan puestos clave del ejercito y la administración, se inició un fuerte movimiento de resistencia antifascista en las zonas de mayoría ruso-parlante, como Crimea y varias ciudades del este ucraniano, con apoyo político, moral y militar de Rusia. Hasta ahora, la situación se ha saldado con la anexión de Crimea a Rusia, tras un referéndum de autodeterminación, y la toma de los edificios institucionales en el este de Ucrania, seguidas de proclamaciones de creación de una serie de “repúblicas populares”, siempre en medio de amenazas de una retoma a sangre y fuego por el ejercito ucraniano.
Si bien, dichas repúblicas populares, así como las auto-defensas antifascistas, no tienen un programa socio-económico claro, mas allá del rechazo a la junta y a las organizaciones fascistas, la federalización de Ucrania y la posible anexión a Rusia, hay que destacar como hecho muy positivo, la inspiración soviética de la mayoría del movimiento de resistencia, que aun siguen viendo en la extinta Unión Soviética, el símbolo de una época de unidad en torno a un proyecto de progreso y de bienestar para los trabajadores.
La ofensiva militar del ejercito ucraniano, con apoyo de mercenarios de compañías como Blackwater, y asesorados por el pentágono, la CIA y el FBI, ha dejado ya mas de una decena de muertos, ante la resistencia del pueblo y las organizaciones antifascistas que se han enfrentado directamente y en muchos casos sin armas al ejercito comandado por golpistas. La estrategia de baja intensidad del ejercito pasa por provocar una respuesta militar de los resistentes, aumentando el numero de bajas, legitimando y “forzando” al ejercito ucraniano a intervenir con todas sus fuerzas, restando legitimidad a una posible intervención militar directa de Rusia.
En dicha ofensiva, al igual que en otros conflictos (Balcanes, Colombia, Centroamérica) el ejercito se apoya por una fuerza irregular de carácter paramilitar, que en este caso esta compuesta íntegramente por las organizaciones fascistas neo-nazis “Sector Derecho”, “Sbovoda” entre otras. La necesidad táctica militar de la burguesía pro-europea, que aspira a asentar su poder, de infligir la mayor cantidad de bajas a fin de atemorizar al movimiento antifascista, ha hecho que los grupos fascistas asuman su papel histórico de defensa de la burguesía, constituyendo estos grupos irregulares, de los cuales el estado puede desentenderse, no así como de su propio ejercito para cometer actos atroces que minen la moral de los grupos antifascistas.
El accionar brutal de estos grupos irregulares ha tenido su punto álgido el pasado 2 de mayo, donde miembros de la organización fascista “Sector Derecho” incendio un emblemático edificio en la ciudad de Odessa, asesinando a mas de 30 militantes de izquierda y resistentes antifascistas, en su mayoría del Partido Comunista de Ucrania.
Como hemos afirmado anteriormente la lectura de estos hechos debe hacerse en clave local, regional e internacional, sobre la base del aumento de los conflictos inter-imperialistas entre Rusia y EEUU en alianza con la UE.
Ha sido la necesidad de frenar el avance de Rusia, potencia imperialista en ascenso, lo que ha motivado a los EEUU y a la UE a fomentar un golpe de estado, -siguiendo el patrón de las revoluciones de colores- que asegure su influencia en Ucrania. El imperialismo ha aprovechado el escenario de pobreza, desempleo y desintegración social que se da en Ucrania y en general en todo el área del este de Europa, tras la victoria de la contrarrevolución en la Unión Soviética, sin tener en cuenta los efectos que dicha intervención produciría. Por estos mismos motivos es un hecho incuestionable, que la intervención militar en su vertiente regular e irregular continuara hasta lograr su objetivo, ya que es una cuestión vital para el plan de dominación geoestratégica del imperialismo norteamericano.
Por otro lado, Rusia esta aprovechando de manera oportunista el conflicto, mas allá del necesario apoyo que ha ofrecido a la resistencia antifascista, para seguir posicionándose como potencia imperialista de relevancia en el escenario internacional, así como mantener el equilibrio geoestratégico asegurando sus fronteras ante la mas que segura entrada de Ucrania en la OTAN y el programa de escudo anti-misiles. En este sentido, no debemos caer en engaños o falsas ilusiones con la retórica antifascista del ejecutivo ruso, pues es un movimiento oportunista de un gobierno que ha seguido la estela contrarrevolucionaria del resto de gobiernos que, tras la caída de la URSS,  ha dilapidado progresivamente todas las conquistas del que fue el primer estado socialista en la historia.
Ante estos hechos, desde la Unión de Juventudes Comunistas de España declaramos:
  • Nuestra condena a la brutal acción llevada a cabo por el fascismo el día 2 de Mayo en la ciudad de Odessa que costo la vida a decenas de militantes antifascistas. Asimismo nos solidarizamos con las familias de las víctimas de tan salvaje agresión.
  • Nuestra condena a los grandes poderes mediáticos en el estado español que calificaron el golpe de revolución y a los fascistas de revolucionarios, y que en esta ocasión están tratando de absolver al fascismo de sus crímenes presentando el asesinato de decenas de militantes, como el producto de una confrontación entre dos partes iguales.
  • Nuestro rechazo a la intervención militar de la junta ucraniana, que esta interviniendo directamente contra su propio pueblo desarmado, hecho tipificado como delito internacional. Asimismo denunciamos la estrategia concentración de fascistas procedentes de toda Europa, que están acudiendo a Ucrania a combatir como mercenarios, hecho que sin duda traerá consecuencias al resto de países de la zona.
  • Nuestro firme apoyo solidario a nuestros camaradas del Partido Comunista de Ucrania y la Unión de la Juventud Comunista de Ucrania, organizaciones a las cuales pertenecían muchos de los asesinados el pasado 2 de Mayo, así como al resto de la resistencia antifascista.
  • Nuestro llamado a nuestra militancia, así como a las organizaciones anti-imperialistas y progresistas a mantenerse alerta y organizarse para la denuncia del auge del fascismo, en base a la experiencia histórica de nuestra lucha contra el fascismo.




La lucha sigue

. jueves, 1 de mayo de 2014
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A lo largo de la historia muchas han sido las victorias de la clase obrera en materia de derechos. Sin embargo, no nos debemos olvidar de que esas grandes victorias dependen de un hilo al seguir teniendo el poder ellos, la clase dominante representada en los mercados. No nos debemos olvidar que el mundo está dividido en dos clases: la trabajadora y la capitalista. Y nosotros, por mucho que lo digan y lo repitan no somos clase media, somos clase trabajadora.

No nos equivoquemos por mucho que digan que el neoliberalismo es el futuro, el neoliberalismo es una ideología que sustenta la economía y la política teniendo unas raíces muy antiguas que siguen iguales. Sus orígenes se remontan al liberalismo del siglo XVIII donde una serie de pensadores decían, entre otras muchas cosas, que el trabajador debe agradecer su opresión a su situación de trabajador. Esta frase se puede ver en la actualidad representada con la Ley Mordaza elaborada por un Gobierno al servicio de los mercados.

Sin embargo, este servicio del Estado a la clase dominante o capitalista se ha vista en muchas ocasiones. Numerosos ejemplos tenemos a nuestras espaldas luchadoras que los grandes medios de comunicación intentan silenciar para fundamentarlo y no cambiarlo. Uno de ellos es el de las dos reformas laborales, hechas por dos Presidentes del Gobierno distintos y suponiendo que de diferente ideología (PPSOE), que lo único que buscaban era una bajada de los salarios con la que sus amigos los empresarios pudiesen conseguir más dinero a costa del trabajador y poder mantener su avaricia inconmensurable, rebajándonos a simples máquinas y quitándonos el beneficio que nosotros generamos con nuestro trabajo.

Otro de los ejemplos es el rescate a los bancos hecho con dinero público. Ésta además, es una de las más claras contradicciones dentro del capitalismo porque los mercados defienden una economía al margen del Estado, es decir, que el Estado no se meta en asuntos económicos, pero cuando se encuentran en la bancarrota tenemos que poner nosotros el dinero para que, según ellos, la economía no se desplome. Y todo esto mientras los trabajadores seguimos sufriendo al no ganar con su ganancia, pero si perder con su pérdida.

Y la crisis que ellos han provocado y que encima les tenemos que pagar, lo que conlleva es que una parte de la clase trabajadora sea echada al paro y siendo millones y millones de trabajadores los cuales no encuentran trabajo, y si lo encuentran, están destinados a que sean precarios, siendo sus salarios lo necesario para poder alimentarse. Sumemos le también el desmantelamiento de la sanidad y la educación: con el despido de profesionales sanitarios, cierres de plantas y hospitales, con el recorte de las becas, despido de docentes y recortes del presupuesto en educación y sanidad, buscando beneficiar a sus amigos que tiene una empresa de sanidad o de educación privada, cuando estos servicios son una necesidad, y al ser una necesidad, tienen que ser públicos y de calidad.

De ahí que afecte a nuestra dignidad como personas que somos. Esa dignidad que poco a poco nos están robando y poco a poco nos están convirtiendo en marionetas de un sistema inhumano. Esa dignidad de la que hablamos es la de poder trabajar justamente, tener un techo donde dormir y que no nos traten como números, sino como seres humanos que somos.

Por eso el Primero de mayo es tan importante. El Primero de mayo tiene que ser la consecución de su final, porque:



Con organización y unidad

La clase obrera solo puede

Vencer

 

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